Las canciones que sonaban en ese momento, se sienten tan
amargas como el segundo en que murió la realidad y nació la inquietes de mí
ser. Ese momento en que mi corazón desierto y melancólico gritaba tu nombre,
con latidos viciados por tu dulce toque espacial. Muy difícil recordar ya tanto
tiempo en minutos nada mas. Esas canciones, cada recuerdo y cada plegaria
vuelven a mí, se desvanecen en cada uno de mis suspiros y desaparecen con cada
una de mis lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario