Soñar sin respirar.

Tu tienes la llave de este manicomio. Estaré aquí hasta que esa puerta se abra y mis sentimientos sean libres. Un día de verano vendrás a sanar mis heridas, sé que lo harás. No dejes que el tiempo pase, permite que sea cuestión de segundos. Los días ya son oscuros y ya no puedo contener esta loca manía de soñar sin respirar. Se que estarás aquí amándome. Y ya no habrá dolor, y ya no habrá locura, solo la alegría de tu hermosa sonrisa. No esperes demasiado, ya no seré joven y apuesto. Y pasaran eternos inviernos y largos otoños, y permaneceré sintiéndome solo y avergonzado de mi mismo.

Seguiré caminando.

Camino por la vereda con un ritmo intolerable y acelerado. Mareado por la multitud y la hipocresía  acabo dominando el animal que nunca esta a la vista. Miro los anuncios, las luces me marean, los arboles, siento el viento fresco, el calor por dentro. Mis manos y piernas entumecidas buscan alivio pero nada las desequilibra. Es extraño, hace un rato solo estaba caminando. La soledad aparece, de pronto no hay nadie alrededor y temo lo peor. Sigo buscando una gota de aire, el asfalto sigue asfixiándome y mi mente otro tanto. Escucho a la gente y me distraigo, respiro profundo y vuelvo. Las voces me calman, me dan confianza. Entre telones, sueño y pienso que no hay nada mas que temer. Pronto terminara. Tomo un sorbo de agua. El miedo vuelve, la desesperación esta vez parece matarme y solo pienso es salir huyendo. Correr hacia un lugar...lejos del mundo, lejos de mi, lejos de todo. Buscar algo, alguien que pueda despertarme para que consiga volver a la realidad. Realidad que solo es parte de mi ser, no hay otra cosa mas que eso. Un punto en el que nada pueda atormentarme es lo que busco y busco. Un monte alto, fresco, en donde sienta seguridad, donde no tenga temor a caer. No hay negatividad en mi cabeza, soy 100% positivo. Otro sorbo de agua entra en mi boca y siento su camino al estomago. Estoy bien. Al menos por un rato sera así. Al menos hasta que otro fantasma logre tomar el control. Hasta ese entonces... seguiré caminando.

Olvidando las fantasías para siempre

Que importa si hay Sol o si el aire es liviano para caminar. Que importa si hay gritos o ruidos. Que importa si es tarde o temprano. Que importa si es simple o complicado. Que importa si las palabras no existen o si no tienen sentido. Que importa si hay o no opciones. No tengo nada, pero lo quiero todo. A veces hay silencio ensordecedor, obsesion por libertad. Todas las noches sueño con encontrarme a mi mismo en medio del desierto. Finalmente lo hago y un mar de sonidos, de sensaciones me despierta en las mañanas. Yo solo despierto, olvidando las fantasías para siempre.

Absurdo e inusual.

Cuando esta en mi mente es tan brillante y genial, pero cuando se escapa a la realidad es tan absurdo como inusual. Sin explicación camino sobre el cemento ocultándome de las multitudes que logran provocarme. Los sueños vienen a mi como estrellas fugaces a la eternidad. Aunque solo algunos se cumplen, los demás son solo ilustraciones de algo pasado de moda. He intentado por años mantener el rumbo, pero he escuchado explosiones en mi cabeza que no me dejan razonar. Agotar mis sentimientos me ha llevado a la ruina emocional y ya no quiero sufrir mas. Conduciré rápido esta noche para volver a sentir la adrenalina de la libertad. A este punto no hay locura, solo ansias de correr rápido. Obsesiones que no puedo evitar. Existe un punto en la Tierra en donde puedo ser yo mismo, en donde puedo volar y crear. Es allí donde el Sol se une con el horizonte y una enorme orquesta renace para adornar el épico momento. Todo es tan perfecto y loco.

Es tiempo de correr.

Hay una casa abandonada al otro lado de la calle. Tiene algunos vidrios rotos y sus puertas parecen forzadas. Algunas de las tejas de madera del techo descansan en el abandonado césped de entrada. Adentro la oscuridad. De vez en cuando suelo espiar pero solo los rayos de luz alumbran la nada. La raíces de los algarrobos aledaños comenzaron a deformar la armoniosa simetría de sus paredes y cimientos. Es un lugar tan místico y tan asombroso. Nadie sabe ni siquiera cual es su historia. Una noche tuve un sueño, en ese sueño estaba allí adentro, sentado en una habitación rodeado de la oscuridad mas pura. No escuchaba mas que el crujido de la madera al contacto con mis pies. Estaba asustado, casi podía respirar normalmente. Mis ojos estaban abiertos esperando acechados algo que los sorprendiera. Mis sentidos estaban mas alerta que nunca. El miedo comenzaba a ser mas evidente y decidí moverme para buscar algún indicio de la situación. Camine algunos metros hasta que choque con una pared. Estaba fría y al tacto no era perfectamente lisa. Supuse que estaba en el sótano. Quizás el único lugar oscuro por excelencia. Rápidamente comencé a palpar cada centímetro hasta llegar a lo que parecía una ventana, sentía la unión de la madera y el vidrio en mis manos. Trate de abrirla pero solo logre maltratarla a tal punto que una parte del vidrio comenzó a resquebrajarse. El hueco en el marco era notable. Varios pedazos de vidrios habían caído al suelo, podía escucharlos cayendo. Mientras mis pies los pisaban mis manos buscaban el sitio correcto. Sentía el filoso contorno del vidrio por mi antebrazo, pero pude notar que nada había del otro lado. Solo una falsa ventana cubierta con ladrillos desalineados. Mi esperanza parecía volverse tan dura como aquellas paredes. De repente, ruidos. Algo de luz comienza a vislumbrase por detrás de lo que parecían estantes. Una fuerte ráfaga de viento me sorprende por detrás. Quizás había una tormenta fuera, o solo viento. Eso no importa la verdad, solo recuerdo que la claridad fue evidente. El viento había sido suficiente para que algunas ventanas que hasta el momento habían pasado desapercibidas ahora iluminaran mi camino. Ahora podía observan con detalle el lugar. No era mas que un sótano, había chatarra antigua alrededor. Una silla en el centro con dirección a un escritorio. Camine lentamente mientras observaba cientos de hojas escritas sobre aquel escritorio. Algunas de ellas sobre el suelo. No alcanzaba a leer claramente pero notaba que eran varios idiomas, diferentes unos de los otros. Era mi caligrafía. Pero... ¿ Había escrito yo esos textos en cientos de idiomas? Nada de lo que sucedía tenia sentido. Pero eso no es todo. Debajo de ese montón de papeles había un diminuto paquete con la palabra "Corre" escrita con tinta de pluma. Dentro una caja de fósforos. Solo había un fósforo. Algo comenzaba a tener sentido allí. Mi corazón sabia lo que ello significaba, pero parecía tan absurdo e irrelevante. No había opciones, lo hacia o despertaba derrotado por el miedo. No hizo falta mucho tiempo, en segundos estaba encendiendo el fósforo. Era una perfecta llama, brillante y luminosa. Cayo tan rápido sobre el escritorio que a los pocos minutos cientos de palabras, oraciones y párrafos enteros e indescifrables había desaparecido de mi alma. Salte por aquella ventana que me alumbraba de luz natural. Detrás el fuego comenzaba a consumir la oscuridad. El techo cedía conforme el fuego consumía las vigas de madera. Todo parecía tambalear. Todo menos mis sentimientos, ahora se sentían puros y libres. Corrí tan rápido como pude hasta un lugar en donde pude observar claramente aquella casa en llamas. Y finalmente desperté. En el reloj 05:00 am. Me sentía algo perdido. No quería olvidar el sueño, trataba de no olvidar los detalles. No podía explicarme porque había sido tan real. Me levante y camine hacia la ventana y allí estaba... al igual que mis sentimientos... olvidados y añejos. Es tiempo de correr.