sábado, 9 de febrero de 2013
Seguiré caminando.
Camino por la vereda con un ritmo intolerable y acelerado. Mareado por la multitud y la hipocresía acabo dominando el animal que nunca esta a la vista. Miro los anuncios, las luces me marean, los arboles, siento el viento fresco, el calor por dentro. Mis manos y piernas entumecidas buscan alivio pero nada las desequilibra. Es extraño, hace un rato solo estaba caminando. La soledad aparece, de pronto no hay nadie alrededor y temo lo peor. Sigo buscando una gota de aire, el asfalto sigue asfixiándome y mi mente otro tanto. Escucho a la gente y me distraigo, respiro profundo y vuelvo. Las voces me calman, me dan confianza. Entre telones, sueño y pienso que no hay nada mas que temer. Pronto terminara. Tomo un sorbo de agua. El miedo vuelve, la desesperación esta vez parece matarme y solo pienso es salir huyendo. Correr hacia un lugar...lejos del mundo, lejos de mi, lejos de todo. Buscar algo, alguien que pueda despertarme para que consiga volver a la realidad. Realidad que solo es parte de mi ser, no hay otra cosa mas que eso. Un punto en el que nada pueda atormentarme es lo que busco y busco. Un monte alto, fresco, en donde sienta seguridad, donde no tenga temor a caer. No hay negatividad en mi cabeza, soy 100% positivo. Otro sorbo de agua entra en mi boca y siento su camino al estomago. Estoy bien. Al menos por un rato sera así. Al menos hasta que otro fantasma logre tomar el control. Hasta ese entonces... seguiré caminando.
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